lunes, 27 de junio de 2022


 

Y me tocó, tocó la flor,

ya volveré a sentir amor,

calor, color

de Nuestra Señora Gea

cantándonos fractal canción,

mantra del río, canto del Sol,

susurro de Luna, poema del corazón,

de una estrella que estalló en versos,

abonando las raíces con su polvo,

estimulando la ramificación

de la gran obra y su decantación:

jugosos frutos, circulación.

sábado, 18 de junio de 2022

 

El aroma de muchos azahares

sube mis mares

creando altares,

una flor mi deidad;

la Luna está creciente,

entre mi mente y ella hay:

un planeta, un ojo, un hueco,

hay un espejo para mirar,

sistema solar,

secuencia fractal que va a girar.

Retazos de estrellas

fugaces caen, los voy a buscar

para vestirme, cortezas de Sauce,

hacer un disfraz;

pagoda islera, guerrero lunar,

mates y arena, remando buscar

la playa que reza,

sueño un paraíso acá nomás,

mariposas me llevan,

alisos esperan, un Sauce caído,

mi nave estelar.


sábado, 11 de junio de 2022

 

Curupíes, ceibos, sauces

amigos, en este, mi lugar,

en trance hacia la Eternidad;

el desenlace será enraizarme en el islote, casa flotante

y junto a ellos pasar las tardes,

tomar el agua del Paraná y lo que las nubes derramen:

almas volviendo al enclave, Señora Gea, en el ciclo

dónde todo va a transformarse;

de humano a rana, activo las ganas,

de bicho a árbol, reconectando,

de Mantis a garza, disolviendo la farsa,

de hormiga a víbora, ondulando la vida,

de cardenilla a raya, surcando las oscuras aguas,

de atajacaminos a duende, trazando los puentes

al mundo feérico del monte,

de Sol a flor, brillando de pasión,

de Luna a dulzura nectarial, en el cuenco de ipomeas albas,

abrirán cuando atardezca y mi alma las vea

blancas, enredaderas de río y camino marcado

por su resplandor “petalino”.


jueves, 2 de junio de 2022


 

Cultivo un huerto con variadas especies:

en aquel árbol fructifica la realidad, jugosa-coloreada;

en esa enredadera se desenlaza el comienzo;

el helecho de la maceta deja caer sus hojas secas

y pide agua todos los días para rebrotar reverdeciente,

expresa que el final es la puerta para retornar;

ese jardín seco de cactus y suculentas,

robusteciendo la permanencia.

Un cantero de calabazas sembré,

luego de caer la flor, sus tallos

engordan de dulzura y abundancia;

un macizo de aromáticas circula su savia,

renovando en su follaje la fragancia

y el sabor frutal-anisado-terroso de esta vida infusionada.

Los mini pensamientos y los grandes pensamientos

florecidos, todos en el gran cantero de la ilusión;

forman una bandada de colores enraizados

pero que vuelan en sus semillas,

diseminando soles, pintados por Madre Pacha;

en su feria de renacimiento los regala

como ofrenda y símbolo de cada nuevo día,

la diversidad en armonía fertiliza al bulbo-corazón.

  Pájaro de río soy yo, remo, nado y llego a los sueños, orillas blandas, frescas, intuición. Pájaro de río, tordo, río embravecido,...