viernes, 7 de noviembre de 2025

 

Me gusta el viento como al chimango,

me gusta el río como al carancho,

me gusta la isla como al chororó,

me gustan las flores como al colibrí

(brí – brí – brí – brí – brí – brí – brí),

me gusta volar y aterrizar,

volver al hogar con migas de cielo,

placeres terrenos, portales abiertos,

cumpliendo los sueños, siguiendo deseos,

así estamos, así estaremos,

hermanados a la Pacha y todo su amor

de día nuevo, de Luna y Sol,

de familia sanguínea, amada y de savia

tomada y tocada, hechos uno en la riada.


 

Rosario, cuna de artistas,

desde el Humedal me presento

y pido pista (pista, pista, pista),

vengo volando desde la isla,

vengo remando del fondo del cosmos,

volviendo hacia acá,

vislumbrando la Eternidad,

vengo nadando desde la laguna,

allí encontré toda mi fortuna

en un irupé,

brillando me alumbra su flor de mujer,

rebota en la Luna y vuelve a bajar,

desde el pantano hacia la luminosidad,

lo veo claro, una forma de actuar

ante la adversidad, salir adelante

con mucho aguante del maquinal

embate, que día a día

nos busca moldear,

robots sin verde, solo gris

en ropa y en alma,

yo prefiero arcoíris

brotando desde el vientre,

pasando por el plexo

solar, subiendo al cerebro,

lubricando la garganta,

germinando en el espacio

con los demás, entrelazados,

como un micelio, con la divinidad.


  Me gusta el viento como al chimango, me gusta el río como al carancho, me gusta la isla como al chororó, me gustan las flores como a...