Ese día vimos, en
paisajes oníricos,
como el champagne
bajaba por la montaña
en hilos de ríos y cascadas,
desde las alturas a
lagos de pureza;
nos embriagaba de
fantasías y sueños
coloridos, de risas
e imaginación creativa;
bebimos la
naturaleza brillante de su alma
brotando en la
cima, surgiendo
de las entrañas del
cosmos;
llegando por
túneles, caminos incognoscibles,
desde las estrellas
a ese cerro;
licor en fruto,
magma vital para adentrarse,
fábrica de energía,
alegría, vida,
ecosistema único
donde habitan
variedad de
especies en armonía,
equilibrio
simbiótico, ying – yang;
saltamos en esas
piletas
humectándonos con
la enteogenia multiversal.
Seba Muzzio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario