Nave, hongo, pagoda
mi carpa es,
amalgamándose con mi alma,
pieles de nylon que ya estiré,
voy estaqueando, también atando
cuerdas que yerguen este refugio,
noche de monte, isla Charigüé;
la bajante del río es clara aquí,
en el riacho Lechigüanas,
parece inmóvil sin correntada,
café con leche en la mañana,
agua y tierra es la poción
que otorga vida a esta nación,
país del Sauce y las hormigas,
la garza mora y las gallinetas ipá cáa,
los irupés y el cardenal,
nervaduras florecidas del gran tejido
Humedal.
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