Brilla el Sol sobre el manto marrón,
allí voy, alas de remo, flores de fuego,
un corazón de arcilla y Sauce;
Martín pescador,
costa del río, troncos caídos.
El agua bajó y subió, volvió a bajar,
aguilucho cará - cará en la orilla,
cima del árbol, hizo su nido;
alisos florecidos, desbarrancando,
la mariposa vendrá igual,
raíces expuestas, sustrato en capas
desnudo está; alma en carne
lleva la nave, se querrá ir,
vía dorada sobre las olas, al cielo sí,
podría ser: ir y volver, nubes – Humedales,
paraíso por dónde mires;
desde la arena hacia la Eternidad,
yo te aviso: no te lo pierdas.
Una araña vino a saludar
y un hornero de acá para allá,
sube al bote, canta, se presenta,
vuela y se va.
Las entrañas de la isla, son pagoda
que cada vez que vayas, florecerán.
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