La tortuga de río y los gansos
toman Sol y un descanso
del calor veraniego, qué esta mañana aflojó;
compartiendo la orilla junto al cauce marrón,
el agüita está fresca en esta comarca islera,
reino tan tranquilo, dónde mi alma ancló.
Golondrinas planean, vuelan y vuelven
al Sauce, su lugar de reunión,
se acicalan y charlan, preparan la migración;
yo, debajo en mi carpa, pagoda florecida
junto a alisos, hongos y verdes pasturas
que acolchonan la meditación.
En la noche, estrellas bajarán a bañarse,
el vino templado tendrá otro sabor,
las naves alineadas preparan la escalada
hacia otra dimensión;
las sombras de los árboles bailan
pintadas por las tintas mágicas
que el multiverso expandió con la mano divina,
fractal nacido de la nada infinita,
sesgo de dualidad
multiplicado hacia la Eternidad.
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