Siento que estas tierras me
llaman, me atraen,
un lazo invisible enraizó en mí;
vuelvo
a
relajar, meditar, reflexiono sobre su origen,
sus
habitantes primigenios-creadores:
los
Sauces, luego animales, insectos, otras plantas
y los
Chanás;
rituales de
fertilidad y abundancia, fiestas de comunión
isleña;
hoy
re-significamos esa magia con amigos,
un
fogón,
encendemos
el despertar de la gran boa espectral;
la
brillante Luz sideral bajó hasta aquí,
desde las
Pléyades hasta el Humedal,
cubriéndonos con su manta de amor multiversal;
la
oscuridad apareció pero fue iluminada y retrocedió;
mi alma
recuerda hoy lo negro, lo luminoso;
decide
con
cual quedarse, con quien aliarse;
acompañada
por la
Luna, por el Sol
surfeará la
Eternidad circular.
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