Cuando me
sirva un mate
disfrutaré
su arte de yerba rica y yuyos,
en
calabacín, al lado tuyo;
al lado
tuyo, Paraná;
por la
bombilla de metal sube el agua a mi boca
y por tu
cauce, sin final, corre la magia que siembra;
que siembra
plantas y ciudad en cada costa, abundancia;
florece una
comunidad, ecosistema sin igual;
cebo y cebo
sin parar, una playa de Eternidad
para, cada
día, despertar; al dios Sol, saludar,
recibir su
bienestar en las partes frías de la piel,
en las zonas
oscuras del ser;
ser el que
comparte “verdes” en la ronda,
la ronda
astral él cebará
y, cómo un
modelo a escala, nosotros
lo haremos
aquí en la fábrica;
en
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