Vaya
dónde vaya, siempre estaré orbitando alrededor de
mire
dónde mire, lugar equidistante con el Sol.
el
Sol está en el norte, atardece y aquí crece la conjunción:
río,
arena y viento, ya no hay lamento, solo entendimiento
de la
finitud, de lo artificial que quieren implantar;
de la
amistad con la fuente primordial que dobló al junco
con
su soplar, que es brisa de reflexión, también de pasión;
ribera,
sonrisas acuíferas, atmosfera de paz, poderse encontrar,
perderse
buscando el sentido, ver una hendija de luz arco iris,
asomar
la mirada por la ruta soleada, gran jardín que es
y
encontrar ese otro hueco oscuro: el vacío que nos sostiene,
sustrato
de muchos versos, versiones de la misma materia,
plastilina
de vida, ¿quién la podrá amasar?, ¿la intención o el azar?
El
amor y la destrucción como un ying y un yang.
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